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Había cinco familias que llamaban al Jefe. En la guardia de la mañana yo estaba siempre a cargo del teléfono y conocía de memoria las cinco voces.Read more

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Estuvo dando vueltas, atisbando dentro de la bestia, hasta que llegó a sentirse parte de ella. Un millón de cabezas y, ahora, una más. La gente se movía, se ...

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Señor, porque sé que habréis placer de la gran victoria que Nuestro Señor me ha dado en mi viaje, vos escribo ésta, por la cual sabréis como en 33 días pasé ...

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Poema 5. Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas. Collar, cascabel ebrio

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A los pocos días empezó a morir la gente. Tras del caballo negro del tifus pasaron a esta banda manadas de cabras por los pequeños puentes. Soldados enviados ...

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Mario Benedetti. Uruguay: 1920-2009. Cuentos - Poemas; Textos digitales completos. Cuentos · Poemas · Biblioteca Digital Ciudad Seva.

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Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

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Garcilaso de la Vega · A Dafne ya los brazos le crecían... · A la entrada de un valle, en un desierto · A la flor de Gnido · Amor, amor, un hábito vestí · Boscán, ...Jump to

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A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como ...

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Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma…

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[Cuento - Texto completo.] Edgar Allan Poe. La canción que cantaban las sirenas, o el nombre que adoptó Aquiles cuando se escondió entre las mujeres, son ...

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Julio Ramón Ribeyro · Al pie del acantilado · Alienación · Atiguibas · Ausente por tiempo indefinido · Cacos y canes · De color modesto · Demetrio · Dichos de Luder -0 ...

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Madre, madre, tú me besas, pero yo te beso más, y el enjambre de mis besos no te deja ni mirar… Si la abeja se entra al lirio, no se siente su aletear.

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Poema 16. En mi cielo al crepúsculo eres como una nube y tu color y forma son como yo los quiero. Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces

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Amor, amor, las nubes a la torre del cielo... Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso... Amor, de grano a grano, de planeta a planeta...

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La casa en la mañana con la verdad revuelta... ... La gran lluvia del sur cae sobre Isla Negra... ... La luz que de tus pies sube a tu cabellera...

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Poema 2. En su llama mortal la luz te envuelve. Absorta, pálida doliente, así situada contra las viejas hélices del crepúsculo que en torno a ti da vueltas.

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[Poema - Texto completo.] Jaime Gil de Biedma. Por lo visto es posible declararse hombre. Por lo visto es posible decir no. De una vez ...

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En su refugio de Mogollón pasaron los días más sombríos de su vida, la ciudad que los albergaba terminó por convertirse en un trapo sucio a fuerza de cubrirla ...

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Ricardo Palma · D. Dimas de la Tijereta · Dos millones · El Cristo de la Agonía · El Nazareno · Justos y pecadores · La casa de Pilatos · La fiesta de San Simón ...

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Ricardo Palma · ¡A nadar, peces! · Aceituna, una · Oficiosidad no agradecida · Por beber una copa de oro · D. Dimas de la Tijereta · Dos millones · El Cristo de ...

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Apenas su mamá cerró la puerta, Perico saltó del colchón y escuchó, con el oído pegado a la madera, los pasos que se iban alejando por el largo corredor.

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La insignia. [Cuento - Texto completo.] ... Hasta ahora recuerdo aquella tarde en que al pasar por el malecón divisé en un pequeño basural un objeto brillante.

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Agua · Diamantes y pedernales · Don Antonio · El ayla · El barranco · El cargador · El forastero · El horno viejo · El joven que subió al cielo · El Pelón ...

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Pues, volviendo a mi sentido, hallo que las penas mías, para hacerlas tú alegrías, las hubieras recogido. Nota: Fragmento de La vida es sueño ...

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